viernes, 9 de marzo de 2018

Algunos recuerdos de mi ciudad, Larache.

Tendría unos cinco años, cuando estando en el jardín de mi casa vi pasar una "manifestación" de hombres que gritaban algo en árabe, y lo hacían de forma muy fuerte.¿Qué sucede, pregunté a mi madre? Están pidiendo lluvia, el campo está muy seco, y hay escasez de verduras y frutas. Aquel hecho lo volví a ver en alguna que otra ocasión, pero no muchas más. Ya en los 80 no  recuerdo haberlo visto, aunque esto era más propio de ciudades pequeñas que grandes y yo por entonces vivía en Fes. 
Lo mejor de todo fue que horas más tarde cayó un chaparrón gordo, y parece ser que era normal, es decir cuando los hombres se decidían a salir a pedir agua, ésta, caía y bien.Desconozco el misterio, si es que lo hay, o si es que Dios escucha las peticiones.

Pero en Arcila, a 60 Kms de Larache, hay un cementerio judío, donde está enterrado  un Tzadik(santo)del agua, y cuando la cosa se ponía muy fea y los árabes no conseguían arrancar de las alturas agua, le pedían a los judíos que fueran a rezar al Tzadik  para que enviara una buena lluvia,los judíos se negaban porque decían que luego fallecía alguien joven.Desconozco hasta que punto esta historia es cierta, la recuerdo porque un señor judío que conocí en Fes, originario de esta ciudad me la contó.

Este tipo de historias o leyendas fue desapareciendo con el tiempo, hoy solo a través de Internet se puede saber algo, muchos hemos decidido contar aquello que nos fue trasmitido, para que la memoria colectiva de todos los que vivimos en Marruecos no se pierda.

2 comentarios:

  1. Hola:Es bueno recordar estas historias que circularon entre la comunidad Judía y que eran conocidas fuera de nosotros. Esta "leyenda" la oi contar a mi abuela, oriunda de Arcila,mis padres tambien nacieron en Arcila. Al parecer segun contaba mi abuela, las pocas veces que salieron los judios a pedir lluvia, murio algun joven de la comunidad, y eso alerto y produjo cierto miedo y desde los años 60 no volvieron a salir a pedir agua. Casualidad o no, la gente se asusto.
    Esther Chocron

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