Stefani de Lannoy. o cuando la envidia acecha.

Que puede llevar a alguien de izquierda y que no tiene nada que ver con la monarquía a salir en defensa de una mujer, alejada en lo social y en lo ideológico, pues quizás el día lo merezca, el día de la mujer no es solo salir a la calle y ponerte desde el estrado a decir unas cuantas frases manidas.

Cuesta trabajo entender que desde distintos medios,esta mujer que seguramente no le ha hecho daño a nadie sea pasto de comentarios de mal gusto.

El pueblo de entrada a veces lo que quiere es joder, y perdonen la expresión, y eso sucede en todos los campos ideológicos, porque uno  imagina que quien anda pidiendo heredero de malas formas debe ser monárquico, porque yo no me pondría a pedir un heredero. El trono está asegurado de entrada.

Alguien dijo en un foro de Youtube de donde saqué el video que todo el mundo no ha venido a experimentar la maternidad, cierto, pero a veces la cruz que cada uno lleva, da donde más duele, y en este caso no creo que no quieran, pero eso no nos da derecho a exigir lo que a lo mejor no está de Dios.Se puede criticar su estilismo, eso se ha hecho siempre y hoy en día se sigue haciendo,lo vemos a diario, pero entrar en un tema tan delicado como exigir ya un heredero y a ver porqué  no se queda embarazada es otro. En su rostro se ve preocupación, no me extraña con videos como estos, debería disfrutar de todo lo bueno que le ha dado la vida y olvidarse de embarazos.

Quien ha hecho el video, habría que ver que cruz lleva, porque tampoco es normal.Hacer daño es fácil, en la época de Internet solo hay que tener un blog y comenzar a echar basura contra todo aquello que no gusta, puede ser un libro, o puede ser que la consorte real no se quede embarazada. La envidia no es buena porque carcome por dentro. Miren si tuviéramos que andar haciendo lo que a otros gusta,nos meteriamos en un zulo y no saldríamos. Este tipo de gente se escudan en el anonimato de un ordenador, la mayoría de las veces no tienen rostro, porque si ponen la foto seguro que saldríamos corriendo, porque el exterior refleja en definitiva el interior.

El que más y el que menos ha sufrido las iras de gente que no tiene mejor cosa que hacer que dedicarse a criticar a los demás, en definitiva son gente que aparentemente triunfan, pero que sus vidas pueden dejar mucho que desear.