jueves, 28 de abril de 2016

¿Añorando el pasado?


 Yo soy persona de añoranzas, no digo que cualquier tiempo pasado fuera mejor, pero hay cosas de tiempos pasados que ya no existen y que añoro, como por ejemplo cuando vivía en Fés y por no tener no tenía ni teléfono, pero iba a casa de mis amigas y las veía en persona y ademas siempre me ofrecían un té, hoy ya la gente no quiere ni el té, recuerdo a veces cuando iba a casa de Luisa casada con un marroquí, entrar en una pastelería y comprar unos dulces divinos de la muerte,, muchas veces he recordado aquellos años con pocas comodidades materiales ,, ahora tengo esas comodidades pero faltan otras cosas.

 Y en política ¿ cualquier tiempo pasado fue mejor? No me gustan las afirmaciones categóricas pero si los matices,nada en si es muy bueno o muy malo todo depende del cristal con que se mire, y en el lado en el que toque vivir. Una amiga me dice que le hubiera encantado vivir en aquellos años, pero dentro del mundo de la aristocracia, claro, así, si, vivían una vida fácil, también la élite comunista vivió bien.

Cuento  esto a propósito de lo que se aprende también de los alumnos,hace algo más de un año en una clase de lengua y literatura española salió a colación el país de una alumna (Bulgaria) y le pregunté cual era su opinión sobre el sistema en el que vivió, ella me dijo que  era todavía pequeña cuando vivió bajo el régimen de Todor Zivkov, pero sus padres de profesión agricultores si vivieron todo el periodo comunista.

Su opinión fue la que le trasmitieron sus padres: Cuando llegó la democracia todos estábamos contentos, ahora podríamos comer carne sin restricciones, así como chocolate y  podríamos votar a quien quisieramos, y era cierto, pero no habían pasado dos años cuando se instauró un capitalismo salvaje, ahora había de todo pero no para todos, de que servía ver un escaparate lleno si no podías acceder a lo que había, surgieron problemas en la vivienda,ahora tenías que pagar un alquiler elevado no en función de lo que ganaras, con la calefacción mismo problema, comenzó el paro hasta entonces desconocido en el país, la sanidad dejó de ser gratuita, comenzaron a verse mendigos por la calle y la tristeza se apoderó de un sector importante de la población, me dijo la alumna muy sabiamente que se trataba de poner en una balanza lo que ofrecía un sistema y otro y a partir de ahí decidir.

La gente mayor añora muchas cosas del sistema comunista, que tenía muchas carencias no lo estoy defendiendo,sobre todo el control despiadado que ejercía sobre el individuo, estaba prohibido hablar con extranjeros,, pero lo mismo sucede en Rumanía, a pesar de lo diabólico del régimen de Ceaucescu, porque del país de Dracula se comienza y no se acaba nunca, y en este caso resulta mas extraño.El problema en Bulgaria y también en Rumanía es que pasaron de un régimen estalinista  a un capitalismo salvaje, y eso dejó a la sociedad sumida en una desesperación, la mayoría no estaba preparada para la competitividad y siguen sin estarlo,  eso produjo que los cuatro especuladores de siempre, que posiblemente fueran hasta comunistas y conocían  los resortes de la sociedad de mercado, se hicieran con el control en beneficio de una pequeña minoría y en detrimento de una gran mayoría.

En el caso de Rumanía yo que conozco el país hay algo de decadente en él que me atrae, sus edificios decimonónicos de influencia napoleónica y ciertos comportamientos en la gente que te hacen retroceder al pasado,imagino que en Bulgaria debe suceder igual, algo quedó atrapado en el tiempo.

Pero aquí en España sucede igual, solo  que a otro nivel, aquellos que vivimos la transición echamos de menos muchas cosas, hemos avanzado,si, pero en ciertos aspectos hemos retrocedido-.La España de la segunda etapa de la transición ,mediados de los 90 hasta el momento actual ha sido una merienda de negros. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario