martes, 10 de mayo de 2016

Kin III un rey sin trono





Para visitar Corea del norte siendo periodista hay que tener agallas, porque se sabe cuando uno entra pero no cuando va a salir. Un periodista de la BBC fue detenido cuando se dirigía a embarcar en el avión, el motivo haber hecho algún comentario despectivo del régimen.

Corea no sería Corea sin la dinastía Kin, todo un compendio de democracia, el niño Kin II quedó impresionado al visitar una fabrica cuando tenía cinco años, iba acompañando a su padre Kin I y con cinco años se dio cuenta que los trabajadores estaban en malas condiciones, la fábrica era gestionada por japoneses, el niño debía  tener un punto raro porque con cinco años es imposible saber si los que están en la fábrica están en buenas o malas condiciones. Las sillas donde se sentaron padre e hijo permanecen en una urna.


kin es omnipresente, aquí de campesino

Visitar un país tan cerrado como Corea del norte también puede tener su encanto, no digo que no, Corea recibe turismo pero el que va no se plantea volver, no se puede salir solo a la calle tiene que ser por fuerza con un guía y no puedes ir donde quieras, las visitas son guiadas, yo así no voy a ningún país, es en países libres y prefiero ir a mi aire sin guías, así que no me imagino visitando la Corea del rey Kin.




Kin parece entender de todo, lo mismo visita una fabrica de buñuelos que coge los anteojos para otear el horizonte, esto me recuerda también a otro líder que parecía un experto en todo y daba consejos sobre ollas arroceras

En cuanto al chaval convertido en presidente por obra y gracia de sus antecesores vale más una imagen que mil palabras, pero detrás de tanta sonrisa e incluso yo diría falta de luces puede haber un tipo peligroso, que incluso por error apriete el botón equivocado y salte el planeta por los aires, porque una bomba de las de Kin puede tener efectos colaterales hasta en España.


Quizás lo más llamativo es la pasión que el gran timonel despierta entre las jóvenes coreanas, yo sé que les gustos estéticos cambian de un país a otro, pero lo de Kin no me lo creo. No me creo ni lo de su esposa a la que ya no se ve, parecía una muñeca que le habían puesto al lado

Yo visité el pabellón de Corea en la Expo y me encantó, era el de Corea del Sur pero las tradiciones son similares, solo que uno ha evolucionado y el otro involucionado.

Pabellón de Corea en la Expo del 92, si bello era por fuera mas lo era por dentro, a mi me encantó



Alejandro Cao de Benos primer representante de Corea en Europa, es español y dice que el único regalo que le hizo Corea fue un juego de tazas de café que mostró, me imagino que el valor era simbólico.




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