Hace tiempo leí una crónica rosa por Internet que era veneno puro. Se decía que el Príncipe Harry era hijo de un jugador de polo amigo de Lady di, y venía incluso una foto suya donde supuestamente había aparecido.
Esta foto del Príncipe es interesante,,muy diferente al hermano que parece haber encontrado a la mujer de su vida.
El Principe ha crecido y la casualidad o la genética han hecho su trabajo, cada dia se parece mas a su padre el Príncipe Carlos, su nariz es idéntica , no solo a la de su padre sino también a la de su abuelo, como vale más una imagen que mil palabras aquí os dejo la foto, no hay lugar a dudas.
Pero mientras, él debió crecer con ese latiguillo, con ese rum-rum que se oía en la prensa inglesa y de media Europa. Así se levantan los bulos, que con el tiempo terminan siendo verdad.
La libertad de expresión de la que todos hablamos y revindicamos se confunde muy a menudo con el comadreo, alguien lanza una palabra y medio mundo la recoge y ahí queda para siempre, porque para mucha gente Harry no es hijo de su padre sino de alguien que supuestamente estuvo con su madre.
No hace falta ir tan lejos, a veces sucede entre los más cercanos, dices un día que estás algo depre y te conviertes en una depresiva crónica. A veces es mejor no decir ni lo que comiste porque si fue una gamba termina siendo una mariscada .
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