sábado, 11 de marzo de 2017

El regreso del nacional-catolicismo


Lo creíamos desterrado, pero no, han vuelto y con fuerza. Lo vemos todos los días por la red, y en los distintos foros, face incluido. 

Una amiga me decía ( y eso me ha dado pábulo a escribir este articulo) que una cosa es la derecha , la de Rivera y algún sector del PP, porque el PP es como un arca donde cabe todo, desde los nazis de brazo en alto, que a la hora de votar los votan a ellos y los sectores ultra católicos hasta  los que aprueban el matrimonio homosexual,una derecha económica que llamo yo, que quiere beneficios pero pasa de otros asuntos. Existe una derecha liberal, que pasa de otros temas, el religioso incluido. No me gustan pero tampoco me molestan. El problema es cuando quieren que todo el mundo piense como ellos. La negación de la homosexualidad diciendo que se cura, y poniendo por pantalla a psicólogos, que no se donde estudiaron, la unidad de la familia, porque también están en contra del divorcio, ( aunque el matrimonio sea un infierno) de las relaciones intimas ante del matrimonio o simplemente de pareja. Es en definitiva una vuelta a la España oscura.

No se cuantos son, si se que son minoritarios pero que van en aumento.Son los que te dejan de hablar si opinas diferente porque se sienten ofendidos, porque solo ellos tienen la verdad.A algunos obispos le hemos oido autenticas perlas como a Cañizares.Para el obispo de Valencia los refugiados no son trigo limpio, porque no les persigue nadie. Puede que algunos quieran dejar su país para mejorar su situación y aunque en el tema de la emigración ni siquiera la izquierda se pone de acuerdo, no se pueden decir ciertas cosas desde el pulpito. Yo pienso que la emigración tiene que estar regulada, porque si entra alguien le tienes que atender, comida,casa y hasta trabajo, y si Alemania puede otros no. Pero hay que tener cierta consideración y ciertas formas en el lenguaje que se emplea.

Algunos de estos grupos, el Yunque, la Caverna, Hazte oir, y más, porque son más, son los que rememoran tiempos de Franco, los que se sienten mal cuando se derriba una estatua. A veces la historia vuelve y en la España actual se están haciendo un hueco.


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