El poder del sexo en el mundo del espionaje.

Yo añadiría la palabra seducción, una mujer puede ser muy buena en la cama, pero si no hay nada más posiblemente no llegue muy lejos, dicen que en cierta ocasión Stalin comentó: Se cuando una mujer solo sirve para la cama y cuando hay en ella algo más.Pero hay relaciones que comenzaron por un enganche sexual y duraron años, o eso fue lo que dijeron los protagonistas.

  Pero¿ y cuando es al contrario? sigo pensando que una mujer no solo está por sexo, salvo alguna excepción que puede haberla.

  Durante la II guerra mundial fue cuando mas se explotó este tema, aunque si se hace un recorrido a lo largo de la historia habría que remontarse a la época bíblica y el papel jugado por la Reina Ester en su enamoramiento del faraón y la posterior liberación del pueblo judío de las garras de los egipcios; sucedió después con la emperatriz Teodora y Justiniano, y tantos casos, y ha sucedido en época muy reciente en España. 

    Durante la guerra fría  hubo captaciones de espias tanto entre hombres y mujeres por este método, nadie decide de buenas a primeras vender a su país por una cuestión que ni siquiera a veces es monetaria, solo cuando los sentimientos entran en juego se produce la fatal decisión, otra cosa es lo que venga después.

                                                                  Gabrielle Gast

    Cuenta Fernando Rueda en su libro espías y traidores el caso de Gabrielle Gast, que se pasó de la R.F.A a la R.D.A por que se enamoró perdidamente de un espía de la R.D.A.Gabrielle se enamoró de Karlizcek y llegado el momento este le dijo que trabajaba para la R.D.A en el servicio de espionaje, y que su jefe le había llamado la atención por salir con ella, el jefe la citó y le explicó que la única forma de conservar su amor era trabajar para ellos.El bloque del este había desplegado toda una estrategia para la captación de espias tanto masculinos como femeninos, se estudiaba el perfil de la elegida, gustos, puntos débiles y cualquier otra cosa que pudiera servir, y una vez enamorada la relación dependía de la información que ella pudiera pasar.La relación de Gabrielle fue minuiciosamente preparada por la Stassi, les proporcionaba sitios bonitos y alejados de miradas indiscretas para sus encuentros.

   Cuando comenzó a colaborar dejaba sus mensajes en los baños de un tren que iban de una Alemania a la otra, o bien se los entregaba a una mujer con la que quedaba de vez en cuando en sitios que no despertaba sospechas. Según Rueda la relación tiene algunos puntos poco claros y se pregunta si no llegó a haber amor por parte de él también, es decir lo que en un principio fue solamente una captación por parte de él se convirtió con el tiempo en amor, o si ella llegó a valorar la R.D.A comunista.La historia no lo aclara.

El papel de Markus Wolf (foto de la izquierda )fue decisivo, a pesar del cargo que tenía ( máximo responsable de la Stassi) y cuyo rostro nadie conocía, consideró que debía verse  con  ella y calmarla.Lo curioso es que Wolf se sintió fascinado por ella y llegó a tener un vinculo muy estrecho que no había tenido antes con ningún agente,  no sabemos el limite de este vinculo, pero sabiendo la fama de Play boy del jefe de la Stassi resulta difícil creer que solo hubiera palabras,pero como he dicho antes debió haber una conversión desde la democracia cristiana al socialismo.

  ¿Funciona el poder de seducción entre los agentes españoles? en los años de la guerra fría,España vivía en el limbo, y solían utilizar a veces prostitutas, con esto lo digo todo¿ que formación tenían? entretener un rato a un portero aburrido de una embajada, no podían dar más.Y en la actualidad, poco sabemos en ese sentido, pero el sentido puritano de los españoles impiden misiones de este tipo, tengo entendido que aquí entran las conocidas de familiares y a estas no se les puede pedir que seduzcan a alguien o incluso se casen llegada la ocasión solo por motivos patrios, hablo también de ellos¿ cuantos agentes españoles están dispuestos a tener una relación de larga duración ? me temo que contados con los dedos de una mano y posiblemente sobren dedos.