Sevilla
no es solamente la Catedral y alrededores, hay lugares curiosos que
no se suelen visitar, y uno de ellos es el Corral del Conde.
Yo
lo conocí cuando llevaba tiempo viviendo en la ciudad. Esta en pleno
centro histórico, en la calle Santiago.
Su
origen se remonta al S.XVII y fue propiedad del Conde Duque de
Olivares, Olivares era un personaje curioso y luego cuento una
anécdota.
El
Corral tiene un vecindario muy particular, relacionado con el mundo
del arte y la cultura. Los apartamentos fueron reformados a lo largo
de la historia y hoy no están mal, pero son fríos en invierno y
tienen lo que yo llamo ventanucos.
En
1920 Mary Pickford y su esposo Douglas Fairbarks, lo visitaron como
lugar “exotico” y se hicieron una foto con los vecinos que allí vivían.
Desde
hace unos años se representan obras de teatro por los vecinos , se
hacen veladas flamencas y culturales.
Hablando
de Olivares, recuerdo que una vez hicimos una visita cultural con los
alumnos del centro educativo ingles donde trabajaba al pueblo de
Olivares, y visitamos la Iglesia, y el cura nos contó la siguiente
historia.
Cuando
el Conde -Duque fue a Roma el Papa agradecido por los favores que
este le había hecho, quiso tener un detalle con él, y le ofreció
hacerse un retrato, pero el Válido, lo rechazó, entonces el Papa le
preguntó que, que deseaba, y le pidió un osario que había en Roma,
con manos de Santos, metidas en formol, había de todo, cabecitas,
pies,, y cuando llegó a la ciudad se lo regaló a su mujer y esta
dijo que ella no quería aquello,y entonces lo entregaron en la
Iglesia.
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