viernes, 30 de diciembre de 2016

La Rusia gatuna.

Cuando empecé a investigar sobre Lenin tuve que leer sobre la Rusia presovietica, el periodo revolucionario y el posterior, y llegó un momento en que estaba saturada. Pero había algo que no sabía , y es el amor de los rusos por los gatos, imagino que no todos, pero si muchos más que aquí en mi país. 

   A la mayoría de los españoles no les gustan los animales, aveces satisfacen el capricho del hijo, pero cuando se dan cuenta que no es un oso de peluche al que se deja quieto en una estantería, se deshacen de él, lo envían al campo a casa del familiar o conocido y en muchos casos comerá un mendrugo de pan, porque no todos los que tienen campo aman a los animales, para algunos son el defensor que ladra o el gato que debe comerse los ratones, y esto no es amar a los animales.

      Los amantes de los gatos siempre han tenido mala prensa, más de un comentario negativo tuve que oir en Larache por el amor de mi madre y mio a estos felinos, en Sevilla tampoco lo tuvimos fácil, amar a un gato está mal visto por ciertos grupos sociales. Tengo que decir que San Juan de Alicante es una bendición en ese sentido, hay un parque grande para los canes, donde solo pueden entrar en ellos, luego cierras la verja para que no entre nadie mas o algún otro propietario de perro, no sé si fue idea de un alcalde de Iz o Dcha, pero me es igual, cuando algo está bien hecho hay que aplaudirlo.

     Volviendo a Rusia, solo quedaba ver esto, un gato en un capazo, a mi me ha gustado verlo, otra cosa será si el gato se encuentra a gusto dentro. Ahí no queda la cosa, en los monasterios ortodoxos, esos tan bellos, los monjes tienen su gato, no uno para todos, sino cada cual el suyo y hacen un calendario que se vende bien.
Monjes ortodoxos con sus mascotas

La evolución de un pueblo, no se ve en los logros materiales, ni tampoco en la religiosidad de la gente, sino en el respeto que profesan a los animales.

    Aquí es raro que en conventos y monasterios tengan mascotas, porque tener una mascota no es tener un gato o un perro suelto en el jardín y darles las sobras, es tratarlo bien y darle cariño.Cuando un gato está bien cuidado se nota, el animal tiene el pelo lustroso, y además se acerca a sus dueños para que lo acaricien.

A Lenin y Kruspakaia también les gustaban.

Tierna imagen

No quiero terminar este post felino y ruso sin poner una bella imagen de un monasterios ortodoxo.Mis seguidores no me lo perdonarían. 
  

    



                                                     

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