Yo sé que la sinceridad a veces trae problemas, pero tampoco se puede estar mintiendo por asuntos algo banales como pueda ser la belleza de una ciudad con respecto a otra. Yo viví en Granada y Sevilla, y fui mas feliz, pero bastante más en la primera que en la segunda, muchas cosas habían cambiado en mi, y no deseo echarle la culpa a la ciudad, solo faltaba eso,así que dejo aspectos subjetivos a parte; aunque si es cierto que las ciudades desprenden una energía y muchas veces resultan incompatibles con las de algunos de sus habitantes, además ya sabemos el dicho sevillano: Sevilla te quiere o no te quiere.
Una vez aclarado esto para evitar otro tipo de equívocos, voy a hablar del Carmen de los Mártires.
Es una de las maravillas que hay en España, y que recuerda bastante al jardin de verano de San Peters burgo, hay tramos que uno se podría preguntar _¿estoy en San Petersburgo o en Granada?
Quienes vivieron aquí no sé en que medida fueron felices porque estas cosas son relativas, y la felicidad no depende de un jardín, pero si sé que debieron disfrutar de la belleza del lugar, del silencio que desprende, del olor de sus flores, y de ese aire limpio que allí hay alejado de humos varios.
Visitar Granada y no ir al Carmen de los Mártires es sencillamente un pecado.
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