viernes, 17 de junio de 2016

La lotería del amor.


Vaya por delante que mi blog no es un blog de chismes pero a veces aprovecho alguno para hablar de un tema, y en este caso es el amor.

Leyendo Vanitatis que habla de chismes varios, porque todo no es política ni filosofía,me entero que Feliciano Lopez se divorcia, aún no han hecho un año de casados. ¿ Es normal? no, no lo es. Hay parejas que se guían por el feeling, y por el atractivo, dejando personalidad y gustos a un lado, y cuando surgen diferencias ven que no hay un proyecto común, el proyecto no tiene porque ser una familia, puede ser el deporte por poner un ejemplo¿ porqué se casan tan pronto sin antes haber tenido una convivencia de  por lo menos un par de años ? la respuesta puede ser desde una buena exclusiva  hasta las presiones por parte de ella, porque no es lo mismo un divorcio que un adios a la juntera.

¿ De quien es la culpa? la culpa es de los dos porque no se conocían bien; a veces la familia también mete cizaña si la chica no convence y el deportista es un filón.

En el polo opuesto están los matrimonios de renombre y caché, hablo de Rafael del Pino, otro divorcio, en este caso han durado algo más, aquí aparte de amor había fortuna y apellido, esto también atrae, y este divorcio va a ser mas complicado que el primero.

Es cierto que antes la gente aguantaba más, pero cuando es la mujer la que aguanta eso me pone de muy mal humor, antes él se divertía y ella soportaba, ahora se terminó, cosa que apruebo sin ambages, 
pero ahora las relaciones también son mas superficiales, si tratas a una persona tres o cuatro años las posibilidades de error son menos, aunque sé que la convivencia también mata el amor y también hay gente con doble cara, durante el noviazgo es un ángel y cuando firma el contrato se convierte en un diablo; tienen que ser parejas muy solidas para que aguanten el tirón.

En el amor también hay habilidades, y se nace no se aprenden, hay gente que gusta y enamora a todo el mundo mientras otros tropiezan siempre con la misma piedra.

Curiosamente entre mis compatriotas larachenses no ha habido divorcios, tres o cuatro a lo sumo entre mis conocidos, una cifra baja,no es una cuestión de educación como algunos piensan, pues entre la aristocracia también se da, es una cuestión de suerte, alguien dijo en cierta ocasión que el matrimonio era una loteria y estoy totalmente de acuerdo, hay parejas bien avenidas pero también hay mucho teatro de cara a la galería.

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