Soy de la opinión de que hay que respetar a los muertos y no solo a los muertos sino al árbol caído,sobre todo cuando el muerto no ha sido ningún asesino ni ningún déspota, a estos últimos ya la historia se encarga de hacerle sus juicio.
Comento esto a propósito de la muerte de Botin el super banquero. Un banquero es un banquero, no es uno mas por el poder que tienen, en el caso de Botin se codeaba con la creme de la creme de la sociedad y la política mundial, y ellos no son el común de los mortales, pero de ahí a llamarle de todo un poco hay un trecho, lo digo por lo que se comenta en las redes sociales.
El banquero solo `piensa en cifras, esta alejado del pobre aunque ayude a levantar la economía de un país.-
Muchos se preguntaran ¿ son solidarios ? yo diría que a su estilo, hacen fundaciones, obras sociales, pero siguen utilizando el avión privado, no son gente con sentido de humildad, entiendo que nacieron asi,, el problema es cuando estas personas permiten que haya pisos cerrados y gente viviendo en la calle, esto para mi es criticable, no hay nada mas desolador que una familia sin un hogar, el padre con los suyos, la madre por otro lado, los niños repartidos, de todos los dramas que puede dar la vida este es para mi el peor, y esto es legal porque el gobierno dice que lo es, que al banco hay que pagarle, pero una vez más la legalidad va por un lado y la ética por otro.
Que se puede decir de Botin ahora ya fallecido ¿ que fue un gran banquero ? indudablemente.- Dios da la inteligencia y la posibilidad para hacer grandes obras a algunos, otra cosa es lo que luego hagan.
Cuando morimos todos somos juzgados, posiblemente Botin fue amigo de sus amigos, buen padre de familia, buen gestor y financió obras sociales, pero le preguntará el ángel de la justicia ¿ que hacia del medio millar de pisos vacíos y de miles de familias tiradas a la calle como cucarachas?
No me cabe duda de que Botín saldrá airoso, porque seguramente es mas lo que hizo que lo que no hizo.
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