viernes, 17 de noviembre de 2017

Violencia de género, la otra cara.

El viernes asistí a unas jornadas sobre violencia de género, la mayoría eran mujeres pero también había algunos hombres. Resultó interesante, porque el concepto no siempre queda claro.
   Se hablo de las distintas caras que tiene, no siempre es una paliza,ni muchos menos la muerte, son malas palabras, y no me refiero a una gresca de pareja, es indiferencia, es un hago lo que quiero, es no te doy más dinero, te apañas con eso, y todo esto va minando la relación, hasta que la mujer decide separarse, y aquí entra la incomprensión de una parte de la sociedad. Nadie se separa por gusto, pero menos la mujer que es infeliz en el matrimonio, la frase de que te casaste para toda la vida, pasó a la historia
  Una mujer de 65 años contó su experiencia. Tenía 30 y no había contraído matrimonio, por razones que muchas veces la gente no entiende, se pueden acercar hombres, pero si lo que llega no te gusta, mejor sola, eso en los 60/70 siempre fue mal llevado, aún a día de hoy, pero Maritxell se casó finalmente con un tipo del pueblo que llevaba "enamorado" de ella desde hacía tiempo, ya sabemos que hay amores que matan. ¿Porqué se casó sino lo quería? detrás de la decisión estuvo la madre: Chiquilla que es muy bueno, y además no está mal de dinero ( esto suele ser un plus) te vas a quedar sin darme un nieto, venga mujer, los enamoramientos pasan, yo a los dos años estaba harta de tu padre. La conclusión parecía apabullante, y Maritxell se casó, hubo boda con convite y todo presagiaba felicidad; al poco Maritxell se dio cuenta del error que había cometido, pero ya era tarde para echar marcha atrás, estaba embarazada, objetivo primordial de la madre y del esposo, y todo el pueblo felicitandola, lo que vino después fue la tienda de los horrores,malos tratos, vejaciones y ni dinero para lo más elemental, justo para la compra diaria y presentando factura; la madre indiferente, tenía al nieto, y esperando un segundo embarazo ¿ te vas a quedar solo con uno? Maritxell tuvo que esperar a que la ley del divorcio se instaurara en España, divorcio contrario al criterio de la madre, mujer de pueblo sin más miras que una visión primitiva de la mujer, el marido encontró a otra, y para Maritxell fue un alivio, hubo divorcio de mutuo acuerdo y pudo rehacer su vida, la relación con su madre se fue al traste, pues quería otro casorio con anulación matrimonial.Esto no es un caso aislado, pero no todos salen a la luz, a veces veo un programa de Canal Sur presentado por Juan Imedio y hay casos patéticos. 

   ¿Y el hombre sufre violencia de genero? Pues también se habló en la conferencia/charla. Solo que tiene otra dimensión, más oculta si cabe, la mujer no pega al hombre, pero si puede hacerle la vida imposible, hay formas, siempre hay formas y son difíciles de demostrar. Lo peor es cuando hay una separación que no es de mutuo acuerdo, y ella decide poner trabas para que el vea a los hijos, aunque haya una orden del juez, con visitas estipuladas; los abogados que suelen ser muchas veces enviados del diablo, aconsejan en estos casos poner trabas y dificultades, no cojas el teléfono por  si es él, y similares. Tenía una vecina en Sevilla cuando no existían los móviles, que no cogía el teléfono bajo ninguna circunstancia, por si era el marido y no estaba dispuesta a que viera a los hijos, estos niños crecen sin el afecto paterno, y solo por eso deberían tener una relación correcta, solo en beneficio de sus hijos. La ley es dura con ellos, pocos casos se resuelven bien.

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